Tesalonicenses 5:17 dice, Oren sin cesar. No existe tal cosa como una oración sin contestar. Es fácil creer que Dios anda muy ocupado, o que simplemente no está interesado en lo que tu quieres o necesitas; especialmente cuando “oras”… “y oras”, y nunca recibes lo que has pedido.

Pero la verdad es que El no te está ignorando. El ha escuchado cada palabra tuya, conoce cada una de tus necesidades, y El te ha contestado. Tú simplemente no has escuchado Su voz.

Dios nunca deja de contestar una oración que sale de la boca de uno de Sus hijos e hijas. La única oración, que El ignora, es la oración de aquellos que ignoran Su ley y que realmente, no lo aman. Pero para una hija de Dios esto significa QUE TU PUEDES ESTAR SEGURA que todas tus oraciones están siendo contestadas.

No es siempre la respuesta A LO QUE TU QUERIAS – y a veces El dice que “NO”. Y El puede que no te muestre la respuesta inmediatamente. A veces te dice que esperes. ¡PERO ESTA VENDRA! Y cuando estás segura de esto, tú puedes confiar en Dios, y no tener que preocuparte de nada.

PAUSA

¡TAMBIEN DIOS ES PERSISTENTE! Su plan de rescate para la humanidad tomó milenios en desarrollarse. Y aun después de muchos rechazos por parte de Su gente, El continuó redimiendo, restaurando, y preparando al mundo para la llegada del Mesías.

El busca nuestro amor constantemente, y no nos abandona, sin importar cuantas veces caigamos. El ha prometido completar la obra que ha comenzado en nosotras, sin importar cuanto tiempo demore, o cuan zigzagueante sea la carretera, Dios no se da por vencido.

Por eso tiene sentido que este Dios persistente, nos diga que seamos persistentes. El continúa haciéndonos a Su imagen, y esta es una de las maneras que nosotras podemos reflejarlo.

Es por eso que Jesús les dijo a Sus discípulos que oraran siempre, y que no se desanimaran… dándoles parábolas acerca de seguir tocándole a la puerta al vecino hasta que este abriera. En nuestra búsqueda de Dios, Su reino, y Su voluntad para nuestras vidas, debemos de ser tan incansables, como El es incansable.

El nos dice que le hagamos recordar de Sus promesas, y que no descansemos hasta que Sus promesas se cumplan. ¡QUE NO NOS DEMOS POR VENCIDAS!

Un papá le dice a su hijo Juanito--que se estaba preparando para ir a la universidad -- lo que debía de hacer cuando estuviera allá. El papá también le dice que no tenía que preocuparse de nada porque todas sus necesidades serían suplidas. El papá no le da un cheque para todo el año universitario, y luego, lo abandona. ¡NO!

El papá le dice a Juanito que escriba a casa y pida el dinero que necesitara… cuando lo necesitara. Juanito sabía que él iba a recibir el dinero. Y el papá sabía que él se lo iba a dar. Pero, a ambos les gustaba la comunicación entre ellos por correo… de pedir y recibir. Un buen hijo no va a gastar más allá de lo presupuestado.

Y un padre amoroso proveerá todo lo que su hijo necesita. La función más importante de la oración es la comunión que tenemos con Dios, y de prepararnos para crecer… ¡Y PODER PARTICIPAR EN EL PLAN DE DIOS PARA EL FUTURO!

Por eso, Jesús les hace una promesa a Sus discípulos con respecto a su “seguridad, y cuidado” en Juan 10:27-29, Las que son mis ovejas, oyen mi voz; y yo las conozco, y ellas me siguen.

28 Y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. 29 Mi Padre, que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.

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18 Den gracias a Dios en todo, porque ésta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús.

La ingratitud crea separación en las relaciones. Cuando una persona se ha tomado la molestia de hacer algo bueno para bendecir a otra, y el gesto es tomado “como si nada”, la relación se enfría. Mientras tanto, ¡LA GRATIDUD ACERCA A LAS PERSONAS!

El aprecio hace que una persona se sienta valorada, y cuando nosotras nos sentimos valoradas, nuestra franqueza aumenta hacia aquellos que nos valoran. ¡A todo el mundo le gusta ser apreciada!

Dios no espera que digamos, “Gracias. Señor, por el holocausto o “Gracias por la gente que se está muriendo en las guerras” o “Gracias por todo estas cosas pecadoras alrededor mío.

¡NO! Dios quiere que seamos agradecidas en todo. Agradecidas que Dios todavía está en control de todo, que El está contigo, y que El nunca te dejará ni te abandonará. El Salmo 103:2 dice, ¡Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguna de sus bendiciones!

Durante la II Guerra Mundial, la Gestapo alemana arrestó a Corrie Ten Boom y a su hermana Betsie, por ayudar a los judíos a escaparse de ser capturados y asesinados por los Nazis.

El libro “Refugio Secreto”, escrito por Corrie, habla acerca de cómo ella y Betsie, fueron trasladadas al campo de concentración alemán más feroz e infame, Ravensbruck, donde los cuarteles estaban atestados de gente e infestados de moscas.

Estos cuarteles estaban diseñados para cuatrocientos personas, pero ahora contenían 1,400. Mientras que Corrie y Betsie trataban de sobrevivir bajo tales condiciones, un día las hermanas leyeron 1 Tesalonicenses 5:18, Den gracias a Dios en todo. Betsie le dijo a Corrie, que pararan en ese mismo instante -- para darle las gracias al Señor por las moscas.

Al principio, Corrie se negó rotundamente a darle gracias a Dios por esas moscas, pero Betsie insistió. ¡Así que lo hicieron!

Cuando las hermanas comenzaron a hacer estudios bíblicos en sus cuarteles, leyéndoles la Biblia a las otras prisioneras, descubrieron algo muy irónico. Los guardias de la prisión no estaban rebuscando sus cuarteles, para ver si había contrabando, porque no querían tener que lidiar con las moscas.

Por lo tanto, su Biblia no fue descubierta ni confiscada. ¡AMBAS HICIERON BIEN EN DARLE LAS GRACIAS A DIOS POR LAS MOSCAS!

24 Aquel que los llama ES FIEL, y cumplirá todo esto.

Un pastor y su perrito se fueron a vivir a la ciudad de Edinburgo, Escocia. El animalito era tan leal a su amo que lo seguía por todas partes. Luego de un tiempo el pastor se murió y fue enterrado en el cementerio de la zona. Casi nadie se dio cuenta que el perrito iba detrás de las personas que llevaban luto, cargando el ataúd.

Pero después que todos se fueron, el perrito se sentó sobre la tumba del pastor. El se quedó ahí no solo por un día, o una semana, o un mes… ¡sino para el resto de su vida! Algunas buenas personas comenzaron a darle comida y agua, y él nunca dejó el lugar donde habían enterrado a su amo.

Después de doce años, el perrito finalmente se murió en su puesto de vigilancia. ¡ESO ES FIDELIDAD!

Una persona fiel es constante, es dedicada, y digna de confianza. La fidelidad es usada tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento, para describir la relación de Dios con el mundo. Y para describir la clase de relación que los Israelitas y los cristianos han sido llamados a tener con Dios y con otros.

La fidelidad viene de muchas maneras. Jesús les dijo a Sus discípulos que fueran fieles dejando que su “SI” fuera “SI”, y su “NO”, “NO”. Pablo les dijo a sus iglesias que fueran fieles en su conducta, y en su generosidad. En cambio, hoy en día la fidelidad de nuestra sociedad es muy relativa.

Mucha gente define “su fidelidad a una relación” como un peso “pasajero” que hay que soportar hasta que la relación se termine.

En esta época, “la fidelidad a una causa” o “a una persona” es admirable. Pero definitivamente, que nunca es esperada. Nosotras tendemos a definir la fidelidad hasta cierto punto. Decimos… ¡HASTA AQUÍ LLEGUE! ¡YA NO AGUANTO MAS! ¡SE ACABÓ!

¡PERO DIOS NO ES ASI! Su fidelidad es eterna, y El nos pide que nosotras seamos como El. Nuestra fidelidad debe de reflejar la constancia de El. Nuestra integridad tiene que ser parte de nosotras, y debe de tocar todas nuestras relaciones. Nuestro carácter, como el de Dios, debe ser inviolable e incorruptible.

¡DIOS SIEMPRE CONTESTA DE LA MEJOR MANERA! NO OCASIONALMENTE… ¡SINO SIEMPRE! ¡DIOS SABE LO QUE NECESITAS! ¡Y EL TE DARA EXACTAMENTE LO QUE NECESITAS! ¡EN EL MOMENTO PERFECTO!